En conclusión, observamos que la imposibilidad de volver el tiempo atrás es una de las más grandes heridas que debe soportar el hombre, mayor incluso –a nuestro entender- que la de la muerte, pues a diferencia de ésta, que es olvido, aquella debe lidiar con la ausencia, el recuerdo y la melancolía.
De esta manera, las fantasías de miles de personas –fanáticas o no de las películas- de volver el tiempo atrás, se diluyen en sus imposibilidades. “Lo siento mucho, pero no es posible. Lamento que nuestro experimento haya hecho ilusionar a la opinión pública, pero la gente tiene que tener en claro que una cosa de esa naturaleza es y será totalmente imposible. Es como con la medicina: por más que descubramos remedios y vacunas para prolongar la vida, jamás dejaremos de morir”, señaló Jules con tono compungido al finalizar su conferencia de prensa.
Por el otro, si alguna vez en el futuro cercano o lejano se inventase algún dispositivo o técnica mediante los cuales llegase a ser posible el viaje a través del tiempo, deberíamos estar recibiendo –o haberlo hecho en el pasado- a viajeros temporales venidos de tierras lejanas, muy lejanas (aquellas donde habitan las cosas que todavía no ocurrieron).
Por un lado, un traslado de este tipo requeriría, cuanto menos, desplazarse a velocidades mayores o iguales a la de la luz, algo que, a raíz de las teorías de Einstein, “está a años luz de realizarse”, según aclaró –esbozando una sonrisa- el doctor Brown.
Sin embargo, mientras que el optimismo de la academia parecería mostrarse más bien reacio a revelar sus argumentos, hay por lo menos dos razones fundamentales para argüir que el viaje en el tiempo jamás será posible.
En los pasillos de la Academia Palermitana de Cine, muchas voces fueron las que surgieron para responderle al catedrático. “No estamos de acuerdo con lo que dice el tipo éste –afirmaron off the record-: puede de que el viaje en el tiempo no sea posible aún, pero podría serlo muy pronto. Además, no nos pueden cortar la ilusión tan fácilmente. Uno nunca sabe”.
“No nos equivoquemos. Lo nuestro es trabajo serio y real, muy costoso y producto de años de entrenamiento teórico. Las aplicaciones prácticas que se ven en las películas deben mantenerse como lo que son: parte de una ficción construída para contar una historia”, señaló consultado por Infomae el doctor Jules Brown, uno de los encargados del exitoso proyecto de la Universidad.
En este sentido, la noticia de que un grupo de científicos de la Universidad Jean-Baptiste Poquelin consiguió esta semana –o acaso la próxima- hacer retroceder unas partículas de luz una semana en el tiempo, no hizo más que alimentar las fantasías de miles de personas que desearían experimentar aventuras similares a las de Marty McFly.
La reciente mención de la serie de películas de Volver al futuro (Robert Zemeckis, 1985, 1989, 1990) como candidatas al premio Auguste et Louis Lumière a la excelencia cinematográfica, ha despertado nuevamente en la opinión pública el interés acerca de la posibilidad de realizar algún día un viaje a través del tiempo.
¿Viajes en el tiempo?
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