El autor de este blog fue convocado para pronunciar unas palabras en el casamiento de M. y C. El siguiente texto es el primer borrador elaborado para la ocasión.
Estamos aquí reunidos en conjunto para celebrar la unión -y, por qué no, también la intersección- de M. y C; unión que, como todos sabemos, es producto del amor. Ahora bien, ¿qué es el amor?
Lamentamos tener que advertirles a los amigos y familiares aquí presentes que el amor no es más que un tópico literario, una mera unidad temática recurrente a lo largo de diversas representaciones artísticas.
Para no ser tan aguafiestas, admitamos que el amor puede llegar a ser en algunos casos un sentimiento, un sentimiento muy grande, muy grosso… un re-sentimiento. ¿Por qué? Imagínense ustedes: dos personas que, solas, cada una por su cuenta, son medianamente felices, deciden juntarse para ser completamente… infelices.
El amor es un tópico literario. “Sos la persona más hermosa del mundo”, dice alguien enamorado; pero habría que agregar "del mundo creado por el autor" de esa frase. La creación de mundos es un recurso distintivo de la ficción y se comprende: hay cada persona con menos mundo...
El amor es un típico tópico literario. Pero debemos admitir también que existe el Amor con mayúscula; el amor clásico, romántico; el amor genérico (dramático, épico o poético); el amor trágico, lúgubre, fúnebre; el amor etílico (también llamado “alcohólico”), el amor apócrifo, irónico, sardónico; el amor a secas: el amor… lacónico.
El amor ha hecho que M. y C. encontraran el norte; el suyo es un "amor brújula" -como para seguir con las esdrújulas...-. En efecto, por nuestra experiencia, los hombres sabemos que todas las mujeres son medio "brújulas"; con excepción de las suegras: ellas son completamente "brújulas".
Admitimos que estamos generalizando y sabemos que una mujer es como un libro: no hay que juzgarla por su cubierta. Todo lo contrario: hay que juzgarla des...cubierta.
El amor, señores, es un tópico literario y casarse no es más que firmar un acuerdo, un contrato, un pacto ficcional que requiere la suspensión de la incredulidad y la desautomatización de la percepción. La luna de miel -que muchas veces tiene lugar en el Caribe- no hace que remarcar esta condición ilusoria, ficcional, artificial: se parte de un tópico literario y se termina en un trópico itinerario.
Así que ya lo saben: el amor es un tópico literario. Y sin embargo, cada tanto, al tropezar con alguna persona en especial sentimos, al verla, unas ganas terribles de leerla.
Nota: el texto fue rechazado por los novios.
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